La promoción y protección de los derechos humanos constituyen una política de Estado desde el regreso a la democracia en Argentina, transversal a todas las políticas públicas, erigiéndose como uno de los pilares fundamentales de la política exterior argentina.
Argentina tiene un firme compromiso en compartir las lecciones aprendidas y los avances realizados por nuestro país desde el retorno a la democracia en 1983, con el objetivo último de construir sociedades más democráticas, igualitarias, diversas e inclusivas.